domingo, 19 de diciembre de 2010

El ratón, banco de pruebas para curar el cáncer a medida


En 2008, el director del Centro Integral Oncológico Clara Campal (CIOCC), Manuel Hidalgo, fue uno de los firmantes en Science del primer mapa genético del cáncer de páncreas, uno de los más mortales.

Dos años después de aquel hallazgo, los casi 70 genes que se identificaron se han traducido en la definición de un tratamiento personalizado, que se ha aplicado a uno de los pacientes estadounidenses que participaron en aquel estudio y que ha logrado lo que pocas veces se consigue: que un enfermo de cáncer de páncreas haya superado los cinco años de supervivencia, no sólo manteniendo su calidad de vida sino, además, sin tener que recibir tratamiento.

En uno de los ejemplos más espectaculares de la investigación traslacional, la que pretende traducir con rapidez los hallazgos del laboratorio en el beneficio clínico del paciente, los autores del estudio, publicado en Molecular Cancer Therapeutics, realizaron un xenoinjerto del tumor de uno de los pacientes a un ratón que, obviamente, desarrolló un tumor con la misma expresión genética que el paciente. En ese animal probaron "17 o 18" fármacos distintos, según explicó Hidalgo a este diario, hasta encontrar aquel que modificaba uno de los genes alterados y lograba así la eliminación del tumor. El fármaco, la mitomicina, es un viejo conocido de la oncología, que ni siquiera está ya bajo patente.

Cuando el paciente del tumor original experimentó una recaída del mismo, sus médicos le aplicaron el tratamiento que había curado al ratón, con los excelentes resultados descritos en la revista.

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